FUNERAL DEL PADRE JOSÉ Mª SANGENARO

El día 23 de noviembre a las 18:30h., se celebrará en la Parroquia de Santa María Magdalena de Moncofar un funeral por el alma del sacerdote y misionero, D. José María Sangenaro, fallecido en México el pasado día 6 de octubre. En esta parroquia ejerció su ministerio sacerdotal y fundó la fraternidad llamada Hermanos Franciscanos del Buen Pastor aprobada por el Obispo Mons. José María Cases de Ordal. En 1996 viaja a México con la idea de fundar en este país, siendo admitidos en la Arquidiócesis de Guadalajara. Fundó también en Villahermosa (Tabasco) donde además de la casa de acogida de niños, viven y se forman los futuros hermanos y sacerdotes.
La última vez que visitó nuestra diócesis fue en el año 2010, el 7 de octubre mantuvo un encuentro con nuestro Sr. Obispo, y vino a despedirse de nosotros.
No hace mucho tiempo escribía al Párroco y a los niños de Benasal que le habían enviado un donativo a través de la delegación.
“…Que Dios le pague con creces el bien que hicieron, pues tenemos que mantener a unos niños que los formamos para que en una mañana sean ciudadanos responsables de las gracias que Dios les ha dado y no parásitos y carne de cárcel. Somos franciscanos pobres. En Tabasco nos dieron un terreno no muy grande y a base de limosnas llevamos cinco años haciendo la casa que aún resta mucho para terminarla, pero ahí vamos con el favor de Dios.La casa en la que nos encontramos en Guadalajara es gracias al corazón compasivo de una señora que nos la está prestando, en ella vivimos siete hermanos de comunidad. En esta casa tenemos que comprar prácticamente todo desde el agua que tomamos hasta las tortillas de maíz que nos comemos (las tortillas son de maíz y es equivalente al pan que se come en España). También tenemos gastos de colegiaturas, viajes, útiles para el estudio. Aquí no tenemos seguridad social, por lo que hay que valerse de gente que pueda colaborar con algo para poder salir adelante con la obra que está iniciando. Te platico todo esto para que sepas en qué se ha invertido tu gran apoyo. Sin en alguna ocasión pudieran mandar una carta, te lo voy a agradecer mucho… Estoy muy agradecido por todo el esfuerzo que has realizado para juntar el dinero, también lo estoy con las personas que han colaborado contigo. Te prometo mis oraciones, las de la Comunidad y las de los niños que rezamos por nuestros bienhechores.
Dios te guarde muchos años para que puedas hacer una labor muy fecunda en tu ministerio sacerdotal. Imploro a la Virgen Santísima, Madre de Dios, guarde tu vocación al servicio de Cristo Resucitado”.