P. Francisco Javier
ABRIL OCD
Misionero en Burkina
Faso
* P. Francisco Javier , háblanos de vuestra Misión en Burkina Faso.
Aquí en CS estamos acostumbrados a
oír hablar de la Misión de Safané, puesto que fueron los sacerdotes de nuestra
diócesis de Segorbe-Castelló, junto con los de Albacete quienes animaron esta
parroquia en Burkina Faso. Pero nosotros los Carmelitas Descalzos estamos
también presentes en esas tierras de Burkina Faso desde el año 1992, más
concretamente en Dédougou, que es capital de región y de diócesis, a 240 km de
la capital y a 60 km de la parroquia de Safané. Actualmente yo soy el único
religioso español, los otros son todos autóctonos: burkinabés, marfileños y
togoleses.
Además de la misión de Dédougou,
hemos abierto más tarde otras dos presencias en esta zona de Africa, en Abidjan
(Costa de Marfil) y en Lomé (Togo), casas de formación de los carmelitas,
teologado y postulantado respectivamente.
Nuestra convento de Dédougou es el
noviciado y el aspirantado, donde jóvenes de estos países del Africa Occidental
francófona vienen para la iniciación en la vida religiosa - carmelitana. Este
año hemos tenido 4 aspirantes, dos burkinabés y dos togoleses y cinco novicios,
un burkinabé, un marfileño y tres togoleses. Dios mediante entrarán pronto más
jóvenes, algunos de nuestra parroquia de Dédougou. 4 religiosos carmelitas
formamos la comunidad formativa: dos burkinabés, un togolés y yo.
Promoción
2015 de jóvenes aspirantes y novicios carmelitas con Francisco Javier
Tenemos también a nuestro cargo la segunda parroquia de Dédougou, llamada de
la Santísima Trinidad, eregida el 14 de diciembre del 2002, ubicada à 1 km de
nuestro convento, cuyo territorio abarca tres barrios de la ciudad y 13
poblados, el más lejano a 35 km de la ciudad. Podemos decir que nuestra
parroquia de los carmelitas abarca más o menos la mitad de la diócesis de
Segorbe-Castelló. Una comunidad cristiana muy viva, con dos realidades
distintas, la pastoral en la ciudad y la del sector rural.
En la sede de la parroquia (la
ciudad) tenemos un buen grupo de laicos comprometidos, unos 200 cristianos,
jóvenes y adultos, que animan los grupos de catecúmenos adultos, jóvenes y
niños y la liturgia (proclamación de la Palabra, el canto en las dos corales, servicio de
orden, monaguillos) y varios movimientos de jóvenes y de adultos que congregan
bastantes cristianos a los que acompañamos con diversas formaciones e iniciamos
a la vida de oración. La eucaristía dominical, bien preparada y animada - sólo
hacemos una el domingo - reúne unos
1.500 cristianos que llenan la gran iglesia y la plazuela de la parroquia,
adultos y numerosos jóvenes y niños.
En el sector rural, tenemos cada
segundo domingo de mes, el gran encuentro mensual de todos los cristianos, con
la celebración de la eucaristía en nuestro centro rural parroquial "An Ba
Maria Senu" (en lengua julà, que quiere decir, "María Nuestra
Madre") ubicado en el poblado más céntrico, Oulani. En este centro, que es
también santuario mariano y lugar de peregrinación, se organizan todo tipo de
formaciones para los cristianos de nuestros poblados y también para grupos,
sobre todo de jóvenes, que vienen de la ciudad para vivir unos días de retiro y
de formación. También visitamos cada uno de los poblados, frecuentemente
acompañados de grupos de jóvenes de la sede de la parroquia, organizando
pequeñas evangelizaciones con estas gentes sencillas.
El anuncio de Jésus y de su
Evangelio que nos salva y que es lo único que da verdaderamente sentido a la
vida de las personas, tiene grandes desafíos en Africa, como aquí en Occidente,
pero lo resumo desde mi pequeña experiencia de estos años intensos, diciendo
que la Nueva Evangelización a la que estamos todos llamados, pasa por el
encuentro con Jésus y la vivencia de su Palabra en lo concreto de nuestra
existencia compartida con los demás, con los que están cerca y también - de una
forma u otra - con los alejados.
* Cuéntanos ahora tu experiencia misionera.
Cuando yo estaba acabando mis
estudios en Roma, nuestro superior provincial nos lanzó la invitación a
apuntarnos a esta aventura misionera en Africa y más concretamente en nuestra
misión de Dédougou. Tras mi ordenación sacerdotal en 1995 en Castellón y un año
de preparación, llegué a Burkina Faso en octubre de 1996 - providencialmente al
inicio del 1º Centenario de la muerte de santa Teresa del Niño Jesús, carmelita
y patrona de las Misiones junto con san Francisco Javier - con el deseo y la
alegría de poder vivir cada vez más el seguimiento de Jesús, en comunión con
mis hermanos carmelitas y con todos estos cristianos y estas gentes.
Doy gracias al Señor por esta experiencia durante estos casi 20 años en la que he podido "percibir" su amor, su bendición y su gracia, podiendo testimoniar de lo mucho que he recibido de estas gentes y de todo lo compartido con mis hermanos carmelitas. Esta "alegría del Evangelio" la experimento y la vivo como un Don, en mi encuentro con el Señor en la oración y en mi vida compartida con los demás.
Visita de
la reliquia del bastón de Santa Teresa de Jesús
a la parroquia
de los Carmelitas Descalzos de Dédougou, en el marco del 5º
Centenario de su Nacimiento
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