Tras regresar a Castellón para
dar a luz a su última hija, María, la familia de David Rubio regresa a Ucrania
el próximo 2 de octubre, al día siguiente de la patrona de las misiones, santa
Teresita de Lisieux.
Desde el envío misionero en el
año 2012, recibiendo la missio de parte del mismo Sr. Obispo, regresan a la
pequeña, pero viva y misionera comunidad en Ucrania. Muchas han sido las
dificultades que han tenido que afrontar. A parte de la guerra y los enfrentamientos
en otra parte del país, en su ciudad se preservó mejor la paz debido a que es
una ciudad de paso.
La postura más celosa y
sospechosa de la iglesia ortodoxa dependiente del patriarcado ruso, respecto a
los católicos, les ha llevado a tener mucha paciencia ante las dificultades
sobrevenidas. Pero cabe destacar la gran libertad de espíritu, la alegría y la
total disponibilidad en su misión y en su saber estar donde el Señor los ha
llamado y enviado. Al mismo tiempo David reconoce que su familia ha salido muy
beneficiada por estar en esta misión: mayor unidad y cohesión, generosidad y
desprendimiento, crecimiento en la fe y alegría por sentirse amados y apoyados.
Damos las gracias por esta
familia de misioneros, por su hermoso testimonio y su perseverancia.
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