Este verano un grupo de seis
personas de Castellón viajamos al continente africano, donde disfrutamos de una
experiencia inolvidable. Fuimos a Burkina Faso, alojándonos en el Orfanato de Sainte
Cécile, en la ciudad de Dédougou.
La ciudad de Dédougou es la capital
de la provincia de Mouhoun, donde se encuentra Safané, la que fue misión de la
diócesis de Segorbe-Castellón.
Hemos ayudado en el
orfanato, jugado con los niños, talleres de dibujo, pintado paredes,... La
hermana Bernadette es el alma del orfanato. Todo lo que hace es por y para los
niños.
Visitamos a las hermanas Carmelitas
Descalzas de Moundasso, las hermanas de la Madre Teresa de Calcuta en su
hospital de Dédougou, la misión de Safané, compartimos la fe asistiendo a distintas
eucaristías, destacando la primera misa de un carmelita descalzo ordenado
sacerdote pocos días antes, otra en el poblado de Wona y en el convento de los
carmelitas descalzos.
También hubo tiempo para el
turismo y conocimos la ciudad de Bobo-Dioulasso y el magnífico paisaje de
Banfora, con sus curiosas formaciones rocosas y sus cascadas, en las que
pudimos refrescarnos.
Los cristianos africanos
ponen la vida en manos de Dios. Muchos de ellos son rechazados por sus familias
tan solo por ser cristianos, ya que la religión mayoritaria en este país es el
Islam. Los nativos nos han enseñado la alegría de la fe. Creo que hemos
recibido mucho más de lo que hemos dado. Alguien ha dicho que el futuro del
cristianismo está en Africa, después de esta experiencia estoy segura de ello.
Este viaje para todos
nosotros es una antes y un después en nuestra vida. Desde ahora siempre
tendremos África presente en nuestro corazón recordando cada mirada, cada
palabra (que aunque no la entendiésemos sabíamos que venían desde el corazón),
cada sonrisa... las llevamos guardadas muy dentro de nosotros.
“Lo
importante es no pasar por África, sino que África pase por nosotros”
Inés Porcar Dolz
0 comentarios :
Publicar un comentario
Te pedimos que seas respetuoso con el comentario